Portear al bebé tiene muchos beneficios, pero hoy nos centraremos en particular en un aspecto muy importante para el bienestar no sólo del bebé, sino también de los padres, una ayuda eficaz en caso de cólicos y, sobre todo, de reflujo del recién nacido.
En un fular porta bebé o en una mochila, el bebé está en posición vertical, lo que le alivia e influye positivamente en su digestión. Pero no sólo eso... sigue leyendo para saber más.
Comencemos por el principio: ¿qué es el reflujo?
El reflujo, ocasional o no, es muy frecuente en los lactantes, sobre todo desde los primeros días hasta los 6 meses. Con el tiempo tiende a disminuir y a desaparecer sobre los12 meses.
La causa es fisiológica, su aparato digestivo aún es inmaduro. En concreto, el cardias, la válvula que conecta el estómago y el esófago, no se cierra correctamente, lo que hace que la leche ingerida tiende a devolverla.
Además, los lactantes permanecen en posición supina la mayor parte del tiempo, un factor que favorece la subida de la leche al esófago.
¿Cómo reconocer el reflujo en los lactantes?
No todos los bebés que sufren reflujo lo manifiestan con regurgitación, también hay bebés que padecen “reflujo silencioso”
¿Cómo saber, entonces, si el bebé tiene problemas digestivos?
Los síntomas son:
- irritabilidad
- hipo
- cólico intestinal
- irregularidad intestinal
- regurgitaciones
- eructos frecuentes
- dificultad para dormir
En general, el bebé que padece reflujo suele estar agitado, emite llantos inconsolables, arquea la espalda y la cabeza hacia atrás durante o inmediatamente después de la toma. No le gusta tumbarse sobre una superficie plana, como el cochecito o la cuna, sino que prefiere estar en brazos o en una posición boca abajo más favorable al reflujo.
¿Qué hacer si tu bebé tiene reflujo?
Lo primero que hay que hacer si tu bebé sufre reflujo es mantenerlo en posición vertical después de las tomas, para facilitar la digestión de la leche.
Además, se puede procurar que los soportes en los que se coloca al bebé para dormir no estén completamente horizontales, sino inclinados 30° (basta con colocar una toalla debajo del colchón). Por su seguridad, el bebé debe estar siempre en posición supina, al menos hasta que aprenda a darse la vuelta por sí solo.
Aún mejor es mantenerlo en un fular portabebés, que respeta la posición fisiológica del bebé, responde a su necesidad de contacto y lo mantiene erguido.
El fular portabebés como remedio natural contra el reflujo en bebés
El fular portabebés es un excelente remedio contra el reflujo por varias razones.
En primer lugar, mantiene al bebé en posición vertical (y fisiológica), favoreciendo una digestión adecuada y evitando que la leche ingerida suba al esófago.
El fular portabebés ofrece una alternativa viable a la posición supina, sin tener que sostener al bebé durante mucho tiempo.
De hecho, los padres de bebés que sufren reflujo se ven obligados a tener al bebé en brazos la mayor parte del tiempo, lo que les impide realizar cualquier actividad. Tener al bebé en brazos permite tenerlo en brazos y las manos libres al mismo tiempo.
Además, el contacto íntimo con mamá o papá le calma y tranquiliza, contribuyendo a reducir la angustia emocional que inevitablemente conlleva el reflujo.
Otra ventaja que puede ayudar con el reflujo es la posibilidad de dar el pecho en el portabebés, manteniendo así la posición vertical favorable a la digestión incluso durante la toma.
¿Cómo dar el pecho con los fulares Koala? Retira la banda de sujeción, afloja un poco las anillas y baja al bebé para que pueda agarrarse cómodamente al pecho. Una vez terminada la toma, vuelva a colocar el fular correctamente.