Acabas de cambiarlo y ha durado un santiamén el body limpio y la persona que lo tiene en brazos en ese momento, porque el bebé regurgita mucho
No es nada preocupante, de hecho, es bastante natural en los lactantes. Se trata de un reflujo gastroesofágico del estómago al esófago, que provoca la salida de leche mezclada con saliva. Se debe a que su aparato digestivo aún no está completamente formado.
¿Cuál es la mejor posición contra la regurgitación? Hablaremos de ello en los siguientes párrafos.
¿Por qué sufren los bebés regurgitación?
La regurgitación se debe a que el aparato digestivo de los recién nacidos aún se está formando y, por tanto, es inmaduro.
En concreto, el responsable de la regurgitación es el cardias, la válvula que se encuentra entre el estómago y el esófago y que se cierra tras el paso de los alimentos, de modo que éstos no pueden volver a subir. En los lactantes, el cardias aún no se cierra correctamente, por lo que la leche sube.
Por eso, en la mayoría de los casos, la regurgitación es sólo un problema temporal que desaparece por sí solo al cabo de unos meses.
Por lo general, la regurgitación se produce inmediatamente después de la toma, pero a veces también puede ocurrir varias horas después. Los tipos de reflujo en bebés: en el primer caso, la leche expulsada será más líquida porque aún no se ha digerido, mientras que en el segundo será más sólida y espumosa.
¿Cuál es la diferencia entre reflujo y regurgitación?
A menudo confundimos el reflujo y la regurgitación, utilizando ambos términos indistintamente para definir el mismo fenómeno. Esto no es incorrecto, ya que la regurgitación siempre incluye el reflujo, pero es bueno saber la diferencia entre ambos.
El reflujo es el paso del contenido gástrico del estómago al esófago, también puede ocurrir en los adultos. En los lactantes es muy frecuente, dada su dieta líquida y la inmadurez del sistema gastroesofágico.
En la mayoría de los casos se acompaña de regurgitación, que es la expulsión de saliva y leche no digeridas. La diferencia, por tanto, es que en el primero no hay derrame, a diferencia del segundo.
Bebés y regurgitación: ¿cuándo preocuparse?
En la mayoría de los casos, la regurgitación es un fenómeno completamente natural sin consecuencias para la salud del pequeño. Se convierte en una señal de alamar, ante un problema de salud si aparece junto con otras señales como:
- Pérdida de peso
- El bebé no está creciendo como debería
- Vómitos
- Irritabilidad
- Rechazo de alimentos
Si tienes alguna duda, no dudes en pedir ayudar o consejo a tu médico.
Cómo evitar la regurgitación en bebés
Los "remedios" de la abuela de hacer eructar al bebé al final de la toma o acostarlo de lado o incluso boca abajo no sólo son inútiles, sino que sobre todo pueden ser peligrosos para la salud del bebé.
Los lactantes deben colocarse siempre en posición supina, principalmente para prevenir el SMSL. Esta posición también es útil en caso de regurgitación. De hecho, tumbado boca abajo, las regurgitaciones no pueden acabar físicamente en las vías respiratorias, ya que la tráquea se encuentra en una posición superior a la laringe.
¿Cómo evitar el reflujo en bebes?
- Mantener al bebé erguido durante al menos 15 minutos después de la toma
- Colócalo en una posición inclinada de unos 30° para contrarrestar el reflujo gastroesofágico. Las hamacas y las cunas suelen tener respaldos ajustables.
- Intenta darle de comer despacio, quizás haciendo pequeños descansos.
Posición antireflujo durante las tomas
La mejor posición para dar el pecho si el bebé sufre regurgitaciones es la posición del caballito. El bebé se coloca a horcajadas sobre el muslo o la cadera de la madre, y así tiene la espalda y la cabeza erguidas.
Esta posición es más fácil con niños mayores que ya se sientan solos, mientras que con un bebé es evidente que se necesita mucho apoyo de la madre.
Regurgitación nocturna: ¿en qué posición debe dormir un bebé con reflujo?
¿Qué hacer si el bebé también sufre regurgitaciones durante la noche? ¿Cómo hacerlo dormir?La mejor forma de contrarrestar la subida de la leche del esófago es colocar al bebé boca abajo en la cuna o el moisés de forma que su torso quede inclinado unos 30°.
Muchas cunas y sillas de paseo tienen un respaldo reclinable. En la cuna, puedes colocar unas toallas o una almohada bajo el colchón.
Si la cabeza y el torso están ligeramente elevados en relación con el resto del cuerpo, el flujo ascendente de leche desde el estómago se reduce necesariamente.
El bebé debe estar siempre tumbado boca arriba. En primer lugar, para combatir el riesgo de SMSL, o muerte súbita del lactante. En segundo lugar, porque en posición supina es mucho más difícil que las regurgitaciones penetren en las vías respiratorias. Es una cuestión física: tumbado boca abajo, la tráquea (el canal por donde pasa la respiración) está por encima de la laringe (el canal que conecta la boca con el esófago).
En cambio, en decúbito prono, el tubo digestivo está por encima de las vías respiratorias y el riesgo de aspiración, en caso de regurgitación, aumenta.
La posición supina es la más segura para los recién nacidos, al menos hasta que aprenden a darse la vuelta por sí solos. Por eso la Organización Mundial de la Salud recomienda colocar siempre a los bebés boca abajo.
La posición supina aumenta el riesgo de plagiocefalia posicional o síndrome de cabeza plana. ¿Quieres conocer algunos consejos útiles para prevenirlo o tratarlo? Lee los consejos de la Dra. Maria Antonietta Bonanno, experta en Plagiocefalia Posicional.