La vitamina D se produce principalmente en la piel a través de la luz solar. Pero también está presente en determinados alimentos como en pescados grasos como el salmón, las sardinas o el atún, la yema de huevo, la mantequilla y las verduras de hoja verde.
¿Por qué es importante complementar su ingesta en lactantes de hasta un año? Te lo explicamos en los párrafos siguientes.
¿Para qué sirve la vitamina D en los bebés?
La vitamina D es esencial para la absorción de calcio y fósforo, ayudando al desarrollo de huesos y dientes.
Favorece el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Estudios recientes sugieren que también favorece ciertas funciones neuromusculares, ayuda contra el asma, protege la piel contra la dermatitis atópica y contribuye al desarrollo normal del sistema nervioso central.
¿Por qué necesitan vitamina D los bebés?
La vitamina D se produce principalmente a través de la exposición directa al sol, lo que no es nada saludable para un bebé por varias razones. Y es especialmente difícil durante los meses de invierno.
Sólo el 10% de la vitamina D procede de la ingesta de alimentos; la leche materna y los alimentos no pueden proporcionar cantidades suficientes.
Sin embargo, es crucial para el desarrollo del sistema óseo e inmunitario, por lo que los pediatras recomiendan administrarlo con un suplemento en gotas.
Algunas fórmulas artificiales ya contienen una cantidad adicional de vitamina D, por lo que, en estos casos, se recomienda pedir consejo al pediatra sobre la cantidad adecuada de gotas que se deben dar.
¿Cómo y cuándo dárselo a los bebés?
Se recomienda la administración de suplementos de vitamina D durante los primeros 12 meses de vida con una dosis de 400 U.I. (Unidades Internacionales) al día.
Las gotas pueden administrarse con una cucharilla o debajo de la lengua. También puede ponerlas en la tetina antes de dar el pecho o añadirlas al biberón de leche.
No existe un momento específico del día en el que deba administrarse la vitamina D.
Nuestro consejo es dárselos todos los días a la misma hora para crear una rutina reconocible para el recién nacido y ayudaros como padres a no olvidaros.
¿Por qué es necesario administrar suplementos de vitamina D a los lactantes?
Como hemos dicho, la producción de vitamina D se debe principalmente a la exposición al sol. Sólo el 10% procede de la ingesta de alimentos.
Parece que 20 minutos al día de exposición de manos y cara al sol sin protección solar es suficiente para tener una producción suficiente de vitamina D, pero los niños toman el sol mucho menos que antes porque nuestro estilo de vida ha cambiado mucho. Además, ahora somos muy conscientes de la importancia de utilizar cremas solares. Y esto también se aplica a los adultos, ¡a menudo también tenemos carencias de vitamina D!
¿Cuáles son los síntomas de la carencia de vitamina D en los niños?
La consecuencia más común de la carencia de vitamina D en los lactantes es el raquitismo, caracterizado por huesos más frágiles y fácilmente deformables. Afortunadamente, el raquitismo es muy poco frecuente hoy en día.