¿Es normal que duerma siempre? ¿Por qué se despierta continuamente? ¿Cuándo empezará a dormir más por la noche?
Las preguntas sobre el sueño de un bebé son las que los padres se plantean con más frecuencia, sobre todo porque es su descanso el que se pone a prueba.
Para entender cómo funciona el sueño de un bebé, debemos tener claro que su patrón de sueño es completamente diferente al nuestro, al igual que las fases del sueño (las fases REM y NO REM).
El recién nacido aún no conoce la diferencia entre el día y la noche, la irá adquiriendo poco a poco y empezará a adaptarse a los ritmos de su entorno pasados los cuatro primeros meses. Lo cierto es que, sobre todo al principio, somos los adultos quienes tenemos que adaptar nuestros ritmos a los suyos.
¿Por qué duermen tanto los bebés?
En las primeras semanas de vida, el bebé puede llegar a dormir hasta 20 horas al día. No te preocupes, ¡es completamente fisiológico!
Esto se debe a que el sueño es necesario para su crecimiento y el desarrollo de capacidades fundamentales:
- Favorece el desarrollo del cerebro
- Consolida la memoria
- Ayuda a aprender los estímulos que recibe
- Estimula la secreción de la hormona del crecimiento
- Refuerza el sistema inmunitario
- Permite al cerebro limpiarse de toxinas.
¿Los despertares nocturnos del bebé son por hambre?
En realidad, no es sólo el hambre lo que hace que los bebé se despierten varias veces durante la noche. Es cierto, que necesitan comer a intervalos cortos, que suelen oscilar entre 2½ y 4 horas.
La otra razón por la que los lactantes se despiertan varias veces durante la noche se debe a sus ciclos de sueño, mucho más cortos que los de los adultos.
Nuestras fases de sueño duran unos 90 minutos, y el despertar se produce tras una serie de ciclos. Las de los bebés duran unos 50 minutos, ¡por eso se despiertan con mucha más frecuencia!
Cómo funciona el sueño infantil
El sueño de los bebés es muy distinto del de los adultos: la diferencia radica en las fases del sueño, que son diferentes en duración y en el orden en que se producen.
El adulto empieza a dormir pasando gradualmente por las cuatro fases no REM antes de entrar en la fase REM. Este ciclo dura unos 90-120 minutos y se repite de cuatro a cinco veces por noche hasta alcanzar unas ocho horas de sueño.
El bebé, por su parte, comienza su ciclo con la fase REM y después entra en las dos primeras etapas del sueño N-REM. En total, cada ciclo dura unos 50 minutos, después de unos 3 ciclos el bebé se despierta.
Durante la fase REM notamos en el niño sacudidas y movimientos faciales como expresiones de miedo, sonrisas, muecas. Son signos de la actividad cerebral que caracteriza esta fase: el cerebro del bebé está aprendiendo y reprocesando los estímulos que recibió cuando estaba despierto.
Poco a poco, el sueño de los niños cambia, asemejándose progresivamente al de los adultos.
El ciclo de sueño de un recién nacido
En los primeros meses de vida para el recién nacido no hay diferencia entre el día y la noche y pasará la mayor parte del tiempo durmiendo, hasta 20 horas al día.
Las fases del sueño no están bien definidas, por lo que es fácil pasar del estado de vigilia al de sueño.
El ciclo del sueño al mes de vida
Alrededor del mes de edad, el bebé empieza a interactuar más con su entorno, mostrando más atención y curiosidad cuando está despierto. Sigue durmiendo unas 15 horas al día, despertándose siempre cada 3-4 horas.
Horas de sueño bebe de dos meses
A los dos meses el bebé empieza a adquirir nuestro ritmo circadiano, lo notamos porque los periodos de sueño son ligeramente más largos durante la noche.
Sueño bebé 3 meses
El sueño empieza a ser más profundo y dura menos durante el día y más por la noche.
Sueño bebé 4 meses
Para muchos niños, a los cuatro meses, el sueño se desplaza principalmente a las horas nocturnas, con ciclos de hasta seis horas seguidas.
Las fases del sueño se alargan hasta unos 70 minutos, y el sueño profundo ya ha sido conquistado.
Las horas de sueño son una media de 12-14 al día, pero se distribuyen principalmente durante las horas nocturnas.
El ciclo del sueño después de 6 meses
Cuando tu bebé tenga 6 meses, lo más probable es que tenga un ritmo de sueño-vigilia bien definido, con la mayor parte del sueño nocturno y 2 o 3 siestas durante el día.
Todavía falta mucho para que duerma toda la noche sin despertarse, de hecho, alrededor de los 8-9 meses suele haber un aumento de los despertares nocturnos.
A esta edad, es bueno tener una rutina diaria bien definida, con siestas no demasiado largas para no robarle horas de sueño a la noche, una hora de acostarse coherente y una rutina antes de dormir que ayude al niño a conciliar el sueño plácidamente.
¿Qué entendemos por rutina a la hora de dormir? Una especie de ritual que consiste en repetir los mismos gestos todas las noches, como el baño y luego el cuento antes de dormir.
Fase REM y fase NREM: ¿cuál es la diferencia?
Durante la fase REM nuestro cerebro está activo: es aquí donde soñamos, almacenamos los datos aprendidos durante el día y procesamos las emociones negativas para deshacernos de ellas. Sin embargo, no tenemos control sobre nuestro cuerpo, que se rinde por completo.
En el caso de los niños es muy distinto: su sistema nervioso aún no ha madurado y todavía no ha aprendido a bloquear las señales del cerebro en dirección a los músculos. Por eso su sueño puede parecer agitado, gimen, abren y cierran los ojos, mueven los brazos y las piernas y se despiertan con facilidad.
Existen cuatro fases NREM, clasificadas según la profundidad del sueño. Hasta los 4 meses, el bebé sólo experimenta las dos primeras fases, ¡por eso nunca duerme profundamente! Sin embargo, a diferencia de la fase REM, su cuerpo es más pesado y el sueño parece más relajado.
¿Por qué duerme mejor en brazos o en el portabebés?
Dentro del vientre de la madre, cada vez que el bebé se mueve, lo hace en un espacio reducido en el que siente un límite muy estrecho. Hasta que nace, no sabe lo que es tener vacío a su alrededor.
Por eso el contacto con los adultos le hace sentir tan bien: es en ese contacto cuando vuelve a sentir los límites. Por eso duerme mejor si está en tus brazos, mientras que si le pones en la cuna se pone a llorar.
Satisfacer esta necesidad de contacto no significa malcriarlo, sino todo lo contrario, sabemos que es difícil tenerle en brazos todo el tiempo, ¡significaría no poder hacer nada más! Por eso el portabebés es una gran ayuda.