Cuando los niños no duermen lo suficiente, o se sobrepasa la ventana de vigilia, se vuelven hiperactivos, quejicas, propensos al llanto y a los ataques de ira.
Antes de llegar a este estado de cansancio, podemos tomar precauciones reconociendo las primeras señales de sueño del bebé y dormirle en el momento adecuado.
¿Cuáles son las señales de sueño en los niños, según la edad? Continúa leyendo para saber más.
¿Cuáles son los signos de cansancio de 0 a 18 meses?
En primer lugar, hay que tener en cuenta los intervalos de vigilia que puede soportar un bebé antes de la necesidad de dormir. Hasta los 3 meses, los bebés suelen dormir la mayor parte del tiempo, y lo máximo que pueden permanecer despiertos es una hora y media. De los 4 a los 6 meses, la ventana de vigilia suele rondar las 2 horas. De los 6 a los 12 meses se pasa a las 3 horas, mientras que de los 12 a los 18 meses es importante no saltarse el sueño ni por la mañana ni por la tarde.
Señales de cansancio de 0 a 3 meses
- Se frota las orejas o tira de ellas
- Aprieta los puños
- Bosteza
- Los párpados se abren y cierran lentamente
- Mirada al infinito
- Hace movimientos bruscos con brazos y piernas, y se arquea hacia atrás
Señales de cansancio a partir de los 4 meses
- Se frota los ojos
- Bosteza
- Lloriquea
- Requiere atención constante
- Se aburre de jugar y nada le involucra
¿Qué ocurre si no reconoces los primeros síntomas de cansancio?
Si se ignoran los primeros signos de cansancio, éste se transforma en hiperactividad: el niño se vuelve agitado, caprichoso, llora y se enfada por tonterías, pierde la paciencia y está irritable.
Estamos más que cansados y el niño se estresa.
Cuanto más cansado esté un niño, más dormirá" es un tópico totalmente falso: si está sobrecansado antes de dormirse, primero tendrá que calmarse, y esto conlleva cierto tiempo. Además, su sueño será corto y fragmentado.
El secreto para un sueño profundo, ni mucho ni poco sueño
Ya hemos dicho que cuanto más cansado está un niño, es peor para un sueño profundo sin despertares. Cuando uno está demasiado cansado, el humor cambia a peor y el niño se vuelve ingobernable, además de que es muy difícil calmarlo.
Este fenómeno tiene una explicación científica: se activa el neurotransmisor dopamina. Éste se libera cuando uno está cansado, pero no se pone a dormir. De este modo, el cuerpo intenta activar sus reservas de atención para mantener el cerebro despierto mientras el resto está cansado.
Por supuesto, no hay que dormir a un niño que acaba de despertarse y está lleno de energía, porque si no, no se dormirá.
Por eso es importante encontrar el momento adecuado.
¿Qué puede ayudarte?
- Observar las ventanas de vigilia del niño
- Establecer una rutina diaria regular y una rutina fija para dormir
- Prestar atención a los signos de cansancio de tu peque.
Saber sobre el sueño de los bebés y niños es muy interesante, ¡porque no funciona como el nuestro! Sus ciclos de sueño se crean de forma diferente, al igual que su duración. ¿Te gustaría saber más? Lee el artículo Entender el sueño de los bebés: ¡empecemos por sus ciclos de sueño!