Los episodios ocasionales de vómito son bastante comunes en bebés y niños. Suelen ser temporales y no indican nada grave. Sin embargo, es bueno observar los síntomas con atención para ver si hay motivos de alarma y para asegurarte de que el bebé no se deshidrate. Sigue leyendo para saber qué lo causa y qué hacer.
Causas del vómito en los niños
La causa del vómito en los niños depende de su edad. En general, se producen con frecuencia uno o dos episodios de vómito al día y no se acompañan de ningún trastorno grave. En veinticuatro horas el niño retomará su ritmo normal.
Sin embargo, es necesario observar al niño detenidamente para entender si las causas pueden ser más relevantes, e informar al pediatra.
En los lactantes, las causas más comunes de los episodios prolongados de vómito pueden ser una alergia alimentaria o una intolerancia a la leche, o una simple gastroenteritis.
En este último caso, a menudo se trata de un origen viral, como el rotavirus. Es difícil que un niño amamantado contraiga esta enfermedad, ya que sólo se alimenta de la leche de la mamá.
Sin embargo, es cierto que el virus también puede transmitirse por contacto, por lo que es fundamental lavarse bien las manos, sobre todo si hay personas enfermas en la familia.
Los vómitos también pueden ser un síntoma de otras disfunciones, como infecciones, enfermedades intestinales, reacciones a medicamentos, cetosis, enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Por eso es importante prestar atención para informar bien al pediatra del número de episodios de vómito, el color, la duración y todos los síntomas relacionados, para que tenga toda la información que necesita para averiguar la naturaleza del problema.
Qué hacer cuando tu pequeño vomita
Los remedios de la abuela para los vómitos, como: el té con limón y las galletas secas, no son buenos para un bebé.
No te preocupes, te contamos todo lo que puedes hacer.
Consulte a tu pediatra
Consulta siempre al pediatra, que te dirá qué hacer, sobre todo si el niño tiene menos de tres meses, no ha hecho pis en las últimas ocho horas, el vómito contiene restos de sangre o tiene más de 38 °C de fiebre.
Sigue amamantando
Si está amamantando o alimentando con fórmula, continúa dándole leche. Es muy importante seguir aportando líquidos para evitar la deshidratación.
Evita la comida durante unas horas
Si el niño es mayor, evita darle comida durante al menos 3-4 horas después del último episodio de vómito. Haz que el niño beba líquidos claros como agua, té, manzanilla, ligeramente endulzados y en pequeños sorbos, de manera espaciada.
Es importante darle de beber para mantenerlo hidratado, pero beber cantidades mayores de agua que una cucharadita cada tres o cuatro minutos puede estimular aún más el vómito.
Cuando el bebé deja de mostrar signos de angustia, puede volver a comer comidas ligeras y beber con regularidad.
No utilice medicamentos antieméticos por iniciativa propia
El pediatra podrá aconsejarte sobre la dosis correcta y la medicación para los vómitos. De hecho, no siempre se ha demostrado su eficacia y tolerabilidad en los bebés.
Si es necesario, dale una solución rehidratante
Si tu pequeño ha perdido mucho líquido o muestra signos de deshidratación evidente, pregúntale a tu médico si debes darle una solución de rehidratación oral, que podrás encontrar en las farmacias.
¿Qué indica que el niño está deshidratado? Una boca seca, llanto sin lágrimas, gran somnolencia, ojos hundidos, no hacer pipí.
Vómitos después de la alimentación
¿Por qué el bebé vomita después de comer? Existen dos posibles causas.
A menudo se trata de un fenómeno sin implicaciones negativas, simplemente debido a la consistencia líquida de la leche.
Esto suele resolverse con la introducción de las primeras tomas. Mientras tanto, puede ser útil sostener al bebé en posición vertical después de alimentarlo.
Sin embargo, en muy raras ocasiones se debe a que la válvula que conecta el esófago con el estómago no se sostiene. Por lo tanto, es importante consultar al pediatra si muestra alguna de las siguientes condiciones: no crece como debería, está inquieto y llora a menudo.
Diferencia entre regurgitación y vómito
Hay que tener cuidado de no confundir la regurgitación con el vómito, son dos cosas diferentes.
La regurgitación es un fenómeno fisiológico de los bebés, relacionado con el hecho de que su sistema digestivo aún no está formado. Se trata del reflujo gastroesofágico desde el estómago hacia el esófago, lo que provoca la salida de una pequeña cantidad de leche mezclada con saliva.
Puede ayudar a mantener al bebé erguido después de alimentarlo, en tus brazos o en el portabebés.
Los vómitos, por el contrario, son mas abundantes, y van precedidos de náuseas y dolor de barriga.
Lo más importante en los casos de vómito infantil es mantener la calma. En la mayoría de los casos no hay nada de qué preocuparse. Nuestro consejo es que te pongas en contacto inmediatamente con tu médico, que podrá darte toda la información que necesitas para ayudar a tu bebé.