Las estrías durante el embarazo son la imperfección más común y temida por las mamis. La barriguita, las caderas y los senos son las zonas del cuerpo con más riesgo, ya que son las que más sufren los cambios.
Esta es una de las típicas situaciones en las que el dicho más vale prevenir que curar, funcionaría perfectamente. Es decir, no esperes a que las estrías aparezcan; cuídate la piel desde el momento en que descubras que estás esperando un bebé. ¿Cómo? Toma nota de los consejos que damos, los puedes poner en práctica ¡tanto durante el embarazo como después del parto!
Todo lo que hay que saber sobre las estrías en el embarazo
Las estrías, científicamente llamadas striae distensae, son marcas o líneas visibles en la piel, que ocurren cuando ésta se estira rápidamente, es una atrofia cutánea que se forma cuando las fibras elásticas de la piel se rompen o reducen. Se presentan como líneas individuales o múltiples e inicialmente se caracterizan por un color rojizo que, con el pasar del tiempo se vuelve más clarito respecto a tu carnación.
Éstas pueden aparecer durante la adolescencia o después de una pérdida de peso importante. Y luego están las otras, las temidas estrías de embarazo, que pueden aparecer en el en vientre, caderas y pecho de una mujer embarazada. No son ninguna patología grave, pero ya sabemos que en un período que ya es complicado de por sí, con todos los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer – físicos, hormonales y emocionales – una simple preocupación puede causar mucho mal humor.
Estrías del embarazo: cuándo aparecen y por qué
Las estrías en el embarazo son un problema que afecta a más del 50% de las mujeres. Suelen aparecer entre el sexto y eloctavo mes de gestación, por motivos relacionados con predisposiciones genéticas, o problemas hormonales, pero, sobre todo, porque el cuerpo de la mujer pasa por cambios físicos – tanto el vientre como las mamas aumentan mucho en ese periodo.
De hecho, en la sangre hay una mayor concentración de hormonas esteroides como puede ser el cortisol, que provocan el debilitamiento de las fibras elásticas de la dermis (la capa más profunda de la piel). Aquí, en ese punto, cuando el peso aumenta y la barriga crece, la piel se somete a un esfuerzo excesivo; y el efecto que todo esto tiene en la piel es la aparición de las estrías.
El principal problema de las estrías, ya sea antes o después del parto, es que una vez que aparecen, no se van por completo, sino que solo pueden atenuarse. Por eso es fundamental intentar prevenirlas, ya verás cómo nuestros consejos te ayudarán.
Cómo prevenir las estrías en el embarazo
No hay un método mágico para prevenir las estrías durante el embarazo. Lo mejor es actuar en varios frentes, no solo en la piel sino también hacer pequeños cambios en el estilo de vida, para que el problema no surja o, si lo hace, que sea lo más leve posible. Podemos aconsejarte que te leas las pautas generales que da el Ministerio de Sanidad sobre los cuidados de una mujer embarazada, pero ¡también podemos hacerte un resumen!
A continuación, te damos un par de consejos para evitar que te salgan estrías:
- Masajea todos los días los puntos críticos (vientre, caderas y senos) con movimientos circulares, utilizando un aceite de almendras ecológico o uno crema antiestrías en el embarazo, para mantener la piel tersa y bien nutrida;
- Sigue una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas - especialmente A y C - y antioxidantes, y recuerda beber mucha agua (esto también le ayudará a contrarrestar el ardor de estómago);
- Intenta no subir de peso si es posible, mantente en forma a través de una buena nutrición y haz actividad física suave, como caminar o hacer aquagym, para no estirar aún más la piel;
- No fumes; además de ser un riesgo para tu salud y la del feto, fumar hace que la epidermis sea menos elástica y más propensa a las estrías durante el embarazo;
- Ponte ropa suave y cómoda, que facilite la circulación, y, por tanto, el recambio celular incluso a nivel de la piel;
- No te des baños o duchas con agua demasiado caliente, que tiende a deshidratar la piel.
Por último, un consejo menos práctico, pero igual de importante es, no estresarse demasiado por las estrías durante el embarazo. Para tu bienestar, y para el del bebé que llevas en tu útero, es importante que estés tranquila y cómoda en tu piel.
Estrías después del parto: ¿y si aparecen?
Sin embargo, ¿qué pasa si las estrías salen después del parto? Estas marcas, que tan poco nos gustan, pueden acabar de formas diferentes al final del embarazo. En algunos casos, por desgracia, permanecen claramente visibles, mientras que, en otros casos, se vuelven más finitas y tan sólo son perceptibles al tacto. El color también puede variar: las estrías suelen ser de color rosáceo o rojizo durante el embarazo, cuando la piel aún está inflamada, y se vuelven blancas o del color de la piel después del parto, una vez se ha formado la cicatriz real.
Llegados a este punto, ya no hay forma de que se vayan, pero se pueden probar algunos remedios para aliviar el problema:
- Continuar con los masajes diarios en las zonas más afectadas, utilizando productos específicos para las estrías durante el embarazo (como los de nuestra línea de cuidado de la piel).
- También puedes intentar someterte a tratamientos a base de barro, específicos para las imperfecciones de la piel.
- Asimismo, existen terapias dermatológicas para realizar un peeling químico a base de ácido y promover la producción de colágeno, así como radiofrecuencia para estimular la renovación de las células de la piel.
- El láser puede ser otro aliado en la lucha contra las estrías posparto, sobre todo para igualar el color de la piel y hacer que las cicatrices se noten menos.
- Finalmente, dos métodos de vanguardia son la carboxiterapia, que mejora la oxigenación y el recambio celular, y la trasmisión transdérmica de sustancias que mejoran la elasticidad de la piel. ¡Habla con tu dermatólogo o dermatóloga para que te dé más información!
Como te decíamos antes, a la base de todo está la actitud con la que afrontas la cuestión de las "estrías durante el embarazo y después del parto". Podrían aparecer, es cierto, y tal vez perturben un poco la imagen que tienes de ti misma. Pero serán una simple molestia, otra podría ser la pérdida de cabello durante el embarazo o la hinchazón de manos y pies. Todos estos son problemas tan comunes como evitables, o al menos controlables, con la prevención adecuada.
En cualquier caso, no dejes que unas simples manchas te estropeen la alegría que trae consigo la dulce espera. Estamos seguros de que, cuando tengas a tu bebé recién nacido en sus brazos, ¡todo lo demás quedará en segundo plano!